Diagnóstico – Datos de la Epilepsia
El diagnóstico preciso de un trastorno convulsivo es fundamental para prescribir el tratamiento adecuado, y mantener un estilo de vida saludable y productivo. Si incorrectamente diagnosticado, las convulsiones pueden persistir. La mejor manera de diagnosticar la epilepsia es a través de observación y documentación de síntomas, combinado con un minucioso examen médico, incluyendo historia médica personal y familiar, y pruebas neurológicas.
Observación y documentación cuidadosa de síntomas:
Es probable que su médico nunca lo vea tener una convulsión en persona; aunque hoy en día con accesorios electrónicos alguien puede grabar el momento. Una descripción exacta de lo que sucede durante la convulsión es importante. Puede ayudar al médico a decidir opciones de tratamiento.
La lista siguiente puede ayudarle a ser preciso en su descripción:
- Describir, en detalle, y en orden cronológico lo que observe.
- Note la duración del evento, siempre que sea posible.
- Se debe mantener un diario de las convulsiones con fechas, hora del día, factores precipitantes y descripciones de las convulsiones. Este puede incluir lo siguiente:
- ¿Hubo un grito y/u otros sonidos?
- ¿Fue un episodio con mirada fija en cual la persona no respondía o parecía estar soñando despierto o preocupado?
- ¿Tuvo espasmos o tembleque en cualquier parte del cuerpo?
- ¿Perdió control del intestino o de la vejiga?
- ¿Pareció estar inconsciente?
- ¿Observó chasquido de labios, si tarareaba, se tocaba la ropa, parpadeaba rápidamente, o deambulaba confundido?
- ¿Después de la convulsión, estaba confundido, mareado o tenía sueño?
- ¿Se acuerda si hubo un olor desagradable, sensación de hormigueo, se sintió con miedo, etc.?
Un examen minucioso, incluyendo historia médica personal y familiar:
Su historia médica es muy importante, así como la historia familiar. Es buena idea consultar con familiares mayores y verificar antecedentes familiares de convulsiones, ya que esta información puede haber sido ocultada.
Prueba neurológica adecuada:
Se utilizan una variedad de métodos para diagnosticar la epilepsia, desde pruebas de laboratorio hasta técnicas de imagen.
- Un EEG (electroencefalograma) registra la actividad eléctrica y los patrones del cerebro.
- IRM (imágenes por resonancia magnética) toma imágenes del cerebro que pueden revelar tumores, cicatrices y cambios estructurales.
- Aveces es adecuado monitorizar a pacientes hospitalizados por video/EEG en un centro comprensivo para epilepsia.
Tener una convulsión o un evento parecido no significa necesariamente que una persona tiene epilepsia. Condiciones que han sido mal diagnosticadas como epilepsia incluyen:
- Convulsión febril, común en niños y causada por fiebre
- Espasmos de sollozo
- Convulsiones Isquémicas Transitorias (CIT), breves interrupciones del flujo sanguíneo al cerebro
- Trastornos psiquiátricos: ataques de pánico, convulsiones psicógenas
- Síncope
- Tics